Núria quiere convertir su pequeña cocina en un espacio más funcional y polivalente. Mientras
ella cocina, los pequeños podrán merendar, dibujar...; y disfrutarla, todos juntos cocinando.
Para conseguirlo suprimimos el pasillo que conecta la entrada de la casa con la cocina, el baño y una habitación, creando un solo espacio. Se repiensa la ergonomía de la cocina para que funcione de una manera más práctica. Este espacio más amplio nos permite colocar una encimera del doble de profundidad que lo habitual y que se utilizará por uno de los lados de barra americana. El pavimento central de la cocina es una alfombra de mosaico cerámico y el resto de madera como ya lo era el
pasillo y que consigue integrar todo el espacio.
La familia necesita espacio de almacenaje en las zonas inferiores, así que esta necesidad se
prioriza en todo momento. Incluso se convertirá el zócalo de uno de los lados del mueble de la
cocina en tres cajones.